Afirmaba García Lorca, “que una de las maravillas del cante jondo, aparte de la esencial melódica, consiste en los poemas”. Las coplas flamencas (que así es como las llamamos los que andamos metidos por estos andurriales), nos trasmiten los pensamientos más profundos, alcanzando en su gran mayoría una especial altura lírica, que raramente se encuentra en la poesía culta.”
CANTE Y COPLA
Todos sabemos que el cantaor, simplemente con sus ayeos, su gesto o su quejío, puede tensar la cuerda de la emoción… pero en su conjunto, el cante flamenco necesita de la palabra para expresar los sentimientos y dar su mensaje de dolor o de alegría; ya que la copla es el punto de contacto oral entre el que canta y el que escucha. Bien podríamos decir, como Luis Rosales, que la letra es, finalmente, el latido de la sangre, y despierta en nosotros la emoción de lo personal.